martes, 22 de febrero de 2011

ODONTOLOGÍA PARA BEBÉS

Asistir al dentista cuando ya se tiene un problema es una desagradable experiencia para su hijo, pero si acude a consulta para prevención y revisión el niño ira adquiriendo una serie de hábitos que lo ayudarán a tener una dentadura sana cuando crezca.
Las dos infecciones bucales de mayor importancia en el mundo son la caries y la enfermedad periodontal y se sabe que es más fácil y económico controlarlas mediante la higiene y la prevención, acudiendo a revisiones regulares al odontopediatra.

Por tal motivo, aquí mostramos algunas recomendaciones que deben seguir todas las mamás para mantener la salud bucal de su bebé hasta que éste tenga sus dientes permanentes.

1.      Llevar al bebé a recibir atención dental desde el primer mes o antes si la salud del niño lo permite.




2.      Informarse con el odontopediatra de las diferentes maneras de limpiar la boca y las encías del bebé, para realizarlo adecuadamente sin lastimarlo después de la ingesta de cada alimento.


3.      Informar al odontopediatra si el niño comienza con un hábito oral como lo es el chuparse el dedo, ya que si este hábito se hace vicioso, el niño llegará a tener problemas de maloclusión (dientes chuecos) cuando comiencen a salir los dientes.


4.      Llevar al bebé al odontopediatra cuando sospeche que están por erupcionar los dientes, para que pueda contestar todas sus dudas y dar alguna solución a los problemas de babeo, comezón y malestares que aquejan al bebé de esta edad.



5.      Es importante que el bebé aprenda la forma correcta de masticar. Hágalo comer la cáscara de la manzana porque la fibra estimula el reflejo de la masticación.
6.      Asesórese con un nutriólogo para alimentar correctamente a su hijo.

7.      A la edad de 12 meses el biberón ya no debe formar parte de la vida del bebé, pero si por alguna razón no fuera así, procure retirar este vicio de la mejor manera y haga lo mismo con el chupón.

8.      Si el bebé llora al acudir al dentista, ello no deberá alarmar a los padres pues se trata de una conducta con la que el niño pretende llamar la atención. Si el pequeño asiste rutinariamente al dentista, pronto se hará una costumbre y el niño conocerá al odontopediatra y lo verá como un amigo.

       
Con todo lo dicho anteriormente esperamos que esto convenza a los padres de lo poco atinado que resulta esperar a que su bebé cumpla tres años de edad para llevarlo por primera vez con el dentista.  No pierda el tiempo que es tan  valioso, busque asesoría inmediatamente con su dentista que lo puede sacar de cualquier duda.
 
Dra. Ana Cristina Serna Quezada
Odontopediatra